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Luis Ángel de las Heras 24/01/2014
Presidente de CONFER:

Entrevista con el padre Luis Ángel de las Heras: 'Nos sentimos alentados por el Papa y al mismo tiempo comprometidos a dar lo mejor de nuestra vida'

Madrid, 09 de enero de 2014 (Zenit.org) Iván de Vargas |

El sacerdote claretiano Luis Ángel de las Heras ha sido elegido presidente de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) el pasado 13 de noviembre de 2013 es misionero claretiano, hijo del Inmaculado Corazón de María. De las Heras hizo la primera profesión en 1982 y recibió la ordenación presbiteral en 1988. Tras los estudios de filosofía y teología en el Estudio Teológico Claretiano, este sacerdote español se licenció en pedagogía en la Universidad Pontificia Comillas. Ha sido profesor, en materias de pedagogía y formación, en el Estudio Teológico Claretiano, en la Escuela Regina Apostolorum y en el Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid. En su congregación ha sido formador 17 años (de aspirantes, postulantes, novicios, profesos temporales, ordenandos), siempre en comunidades formativas pluri o multiculturales. Durante casi 9 años ha sido responsable de la formación y la espiritualidad de su Provincia, proceso de reorganización incluido, cuando unificaron tres provincias en una, la actual de Santiago. Fue elegido superior provincial de la Provincia de Santiago el 31 de diciembre de 2012. En la primera entrevista en profundidad que concede a un medio de comunicación, tras su elección, el nuevo presidente de CONFER disecciona la vida religiosa y señala los retos que tiene por delante.

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¿Cómo recibió su nombramiento? -

- Luis Ángel de las Heras: Lo recibí abrumado por el gran respaldo y confianza de la asamblea. Lo recibí como un misterioso paso más de un camino que exige entrega de la propia vida al servicio de la Iglesia en la vida consagrada, sin ningún mérito por mi parte. Lo recibí como una llamada a colaborar, a participar, a dar gratis lo que he recibido gratis. Lo recibí también con la preocupación de poder desempeñar la tarea buscando la voluntad de Dios. Para ello hemos de escuchar lo que la Iglesia y los religiosos y religiosas esperan de CONFER, así como lo que este mundo demanda de nuestro estilo de vida y misión.

-Para usted como religioso, ¿cuál es el aspecto más destacable de su vocación? -

- Luis Ángel de las Heras: No es sencillo hablar del aspecto más destacable. Hay que poner matices y siempre se queda algo importante en el tintero. Puedo decirlo con esta expresión nacida del evangelio de Juan: dar la vida para que otros tengan vida. Es la obediencia como búsqueda de la voluntad de Dios con los hermanos. Es el don del amor de Dios que se responde con decisión más allá de los sentimientos agradables o desagradables. Es la pobreza como despojamiento continuado, como olvido de uno mismo, como opción preferencial por el otro, en singular y en plural, siempre antes que el yo.

-¿Cuáles serán sus principales retos al frente de la CONFER? -

- Luis Ángel de las Heras: En primer lugar tengo que decir que hemos recibido un excelente legado de la tarea del padre Elías Royón, SJ como presidente de CONFER junto a su equipo. Es el trabajo de estos últimos cuatro años y toda la historia de servicio a la Iglesia en la vida religiosa desde CONFER. Hemos encontrado un momento de serenidad, de esperanza, de comunión. Esto hay que agradecerlo sinceramente. Así, el primer reto es conservar lo que hemos encontrado. En todo caso mejorar, nunca empeorar. Después, creo que debemos procurar una tarea de equipo comenzando por el que podemos formar la secretaria, la vicepresidenta y el presidente. Por supuesto, será un reto seguir cultivando cauces de diálogo y colaboración con nuestros pastores, con los laicos, con instituciones eclesiales y sociales. Es importante hacer esfuerzos por continuar o comenzar proyectos concretos en misión compartida. Otro de los retos será favorecer iniciativas intercongregacionales. En la XX Asamblea General se nos pide con insistencia que aunemos esfuerzos, que orientemos reflexiones y acciones conjuntas. Otro reto que se vislumbra importante es ofrecer una imagen real de la vida religiosa dando a conocer más elementos positivos que no siempre se perciben: su compromiso entre los más necesitados, su deseo de servir al anuncio del Evangelio, su fecundidad espiritual, su acompañamiento a las distintas necesidades de las gentes, su fidelidad a la Iglesia. Para ello es muy importante cuidar el área de comunicación, no solo por la presencia —CONFER tiene su revista, sus noticias, su web, está en las redes sociales y se abre a los distintos medios— sino por la calidad y acierto de la misma.

-¿Cómo ve la situación de los religiosos en España? -

- Luis Ángel de las Heras: La veo con esperanza, siendo consciente de las dificultades. Vivimos un momento eclesial esperanzado y la vida religiosa española participa de esa esperanza. La XX Asamblea General y las asambleas regionales en las que he participado han sido momentos de esperanza, de alegría, de expresión de un mayor deseo de exigencia al servicio de la Iglesia y de las gentes de los lugares donde peregrinamos. En estos foros se palpa el impulso del Espíritu que hace vencer las dificultades y ser creativos en medio de las limitaciones. En una situación humanamente frágil podemos descubrir la fuerza que viene de Dios y testimoniarlo humildemente. Es muy fácil —a veces resulta temerario— aventurar diagnósticos sobre apariencias humanas. Nuestra realidad tiene una dimensión de fe en Cristo Jesús que puede descolocar, enfocar o desenfocar la mirada del ser humano. Desde esta óptica se puede explicar que continuemos realizando muchas tareas a pesar de la disminución de fuerzas humanas y que la presencia de religiosos y religiosas sea signo evangélico vivo y eficaz de valor incalculable no siempre visible a los ojos mortales. Así, por ejemplo, se descubren presencias evangelizadoras de comunidades religiosas aunque no puedan realizar muchas actividades por su edad o su enfermedad.

-La vida consagrada realiza una ingente labor, que repercute positivamente en la sociedad española. ¿Podría darnos algunas cifras y los ámbitos de este servicio? -

- Luis Ángel de las Heras: En España hay 35.416 religiosas y 10.895 religiosos, 300 congregaciones femeninas y 107 masculinas. En misión ad gentes por todo el mundo contabilizamos unos 14.000 religiosos/as españoles. La labor de la vida consagrada en España se da en educación, sanidad, actividades sociales, ministerios presbiterales, diálogo fe-cultura, teología, estudios universitarios. Todo con perspectiva evangelizadora. Los religiosos y religiosas realizamos la misión tanto en plataformas apostólicas exclusivas de la propia congregación, como en misión compartida con otras congregaciones y con otras instituciones eclesiales. Igualmente colaboramos con organizaciones sociales.

-¿Cuál es el papel de la vida consagrada en la Iglesia de hoy? -

- Luis Ángel de las Heras: Un papel siempre antiguo y siempre nuevo. La exhortación apostólica Vita Consecrata afirma que la vida consagrada está en el corazón de la Iglesia. Desde ahí ha desempeñado un papel de ayuda y apoyo eclesial, especialmente en momentos de dificultad. Además es reconocida como un don precioso y necesario para el presente y el futuro de la Iglesia porque es parte intrínseca de su vida, de su santidad y de su misión. La Iglesia de hoy sigue siendo bendecida con este don que es para todos los religiosos y religiosas una hermosa tarea. Tarea que trasciende toda frontera para llegar donde sea más difícil y que aporta sabiduría de vida siempre a la escucha del Espíritu. Tarea que aporta una trayectoria probada de “hacer con otros”. Tarea con larga experiencia de presencia en las periferias de este mundo que puede servir para abrir nuevos caminos eclesiales hacia los límites. Desde las dificultades que hoy percibe, el papa Francisco insiste en que seamos profetas y nos invita a “despertar al mundo”. Tendremos que comenzar por nuestra propia casa: nuestras congregaciones y nuestra Iglesia.

-Hábleme de las vocaciones. ¿Qué se puede hacer? -

- Luis Ángel de las Heras: Me va a permitir detenerme un poco más en este punto, no desde la preocupación, sino desde una ocupación serena y confiada. Se está haciendo mucho y bien y se puede seguir haciendo más. Entre otras cosas, creo que se pueden conjugar, cada vez con más soltura, tres verbos: agradecer, valorar y regalar [tiempo]. Agradecer. Ante todo la gratitud por la vocación a la vida religiosa. Los religiosos y religiosas bien podemos alegrarnos cada día dando gracias a Dios por la vocación recibida. Por otra parte, hay que agradecer y reconocer el gran trabajo que han realizado y realizan tantos religiosos y religiosas en pastoral vocacional. Sin duda ha contribuido a formar una conciencia en la Iglesia de lo que significa la opción vocacional de vida cristiana bien discernida y, de manera particular, para la vida consagrada. También hay que agradecer a Dios las vocaciones a esta forma de vida, pocas o muchas. Si son muchas el agradecimiento es espontáneo. Pero también hay que agradecerle la experiencia de escasez. Dios nos está hablando ahí: ¿Nos está exigiendo más coherencia? ¿Nos está purificando? ¿Nos está invitando a poner la confianza en Él más que en las fuerzas humanas de número y juventud? ¿Nos está urgiendo a una praxis de misión compartida bien desarrollada? Con el agradecimiento superaremos la tentación de la nostalgia, de la queja o de la autocompasión y podremos mostrarnos alegres y esperanzados para invitar a quienes acompañamos desde nuestros carismas y tareas apostólicas a responder a la llamada de Dios, que sigue enamorando. Valorar. Agradecer la llamada que hemos recibido nos ayuda a valorarla y a creer más en nuestra forma de vida en la Iglesia en medio de cualquier dificultad. Todos nuestros fundadores fueron expertos en afrontar y superar situaciones adversas. A veces se dice que no hay vocaciones a la vida consagrada porque no somos coherentes o porque nuestras comunidades no son testimonio de vida que contagie entusiasmo. Evidentemente cuando se da esto nos falta atractivo vocacional. Pero no es la única razón de la escasez de vocaciones. Hay comunidades religiosas de personas consagradas admirables, entregadas a Dios y a los hermanos, coherentes y entusiastas, bendecidas con muchos dones, pero no con vocaciones para su carisma y misión. Obviamente no tenemos que ser mejores para tener vocaciones, sino para ser fieles a esta vida de seguimiento de Jesús y dichosos en ella. Conviene recordarlo. Regalar tiempo. Convencidos de que Dios sigue llamando, entregados a esta vida a la que Él nos ha convocado, debemos estar dispuestos a dar nuestro tiempo pacientemente, desde nuestros planes y proyectos, pero también más allá de ellos, estando cerca de la gente, buscando con cada persona la voluntad de Dios para su vida, que será su propia felicidad. Hay que “perder” tiempo con la gente en cualquier tarea apostólica. Pero en clave vocacional hay que tener un plus de generosidad en la entrega de nuestro tiempo. Tiempo para escuchar, tiempo para llevar al encuentro con Cristo y con su Palabra, tiempo para invitar al compromiso de vida. Tiempo precioso para que cada persona encuentre su camino vocacional de respuesta al Señor en la Iglesia.

-Después del Concilio Vaticano II, algunos han hablado de crisis en la vida consagrada. ¿Está de acuerdo? ¿De qué tipo de crisis se trata? -

- Luis Ángel de las Heras: Quienes han analizado el impacto de la doctrina conciliar del Vaticano II sobre la vida religiosa coinciden en que se abrió una nueva comprensión de esta forma de vida dentro de la Iglesia. Esa novedad lógicamente trajo su crisis, con desiguales consecuencias, algunas de ellas positivas, puesto que la crisis es factor tanto de riesgo como de posibilidad. Hay quienes realizan análisis simplistas o superficiales de esta crisis y sus consecuencias. Como ocurrió y sigue ocurriendo en toda la Iglesia el fenómeno es complejo y profundo. Algunos testigos privilegiados del Concilio y su recepción señalan una crisis de identidad y pertenencia en la vida religiosa. Crisis de identidad, de sentido, de significatividad, de desorientación que propició un individualismo exagerado, hizo peligrar el entusiasmo por los proyectos comunitarios y llevó también a un debilitamiento en la vida de fe. Esta crisis de identidad trajo otra de pertenencia con rupturas dolorosas, pero también con búsquedas fecundas de autenticidad. Y en medio de esta situación hubo y sigue habiendo esfuerzos eficaces por revitalizar la vida espiritual, por reforzar la vida comunitaria, por abrir nuevos caminos para realizar compromisos evangelizadores de frontera. Así pues, crisis sí, con confusión y desorientación, pero con renovación y búsqueda de autenticidad también, como ha ocurrido en las otras formas de vida dentro de la Iglesia.

-Francisco, antes de ser elegido, era miembro de la Compañía. Es decir, conoce bien la realidad de la vida consagrada. ¿Qué espera del nuevo Pontífice? -

- Luis Ángel de las Heras: El papa Francisco conoce por propia experiencia la vida consagrada. Así lo ha manifestado indicando las exigencias, los retos y los gozos para esta forma de vida en la Iglesia. Espero del papa Francisco que siga siendo un buen transmisor del mensaje de Jesús, que siga recordándonos la necesidad de ir a lo esencial de nuestra fe en Cristo vivida en la Iglesia, que siga alentando a todos sin excepción, que haga una justa y necesaria memoria cotidiana de los pobres. Por supuesto, por su conocimiento de la vida consagrada desde dentro espero la luz de padre y maestro que ya ha demostrado que nos puede aportar. Todo ello con firmeza y veracidad puesto que es el primero en hacer lo que dice. Pero espero que cuanto escuchamos y vemos a través de él nos haga encontrarnos verdaderamente con el Señor. Desde este encuentro podremos dar sentido, comprender y secundar los gestos y las palabras del Papa. Esto es una urgencia para quienes hemos sido llamados, por la práctica de los consejos evangélicos, a seguir con más libertad e imitar más de cerca a Jesucristo.

-Recién clausurado el Año de la Fe, el papa Francisco ha anunciado que el 2015 estará dedicado a la vida consagrada. Sin duda, será un momento importante para reflexionar sobre los retos que tienen los religiosos en el mundo actual. ¿Cómo han acogido esta iniciativa del Santo Padre? -

- Luis Ángel de las Heras: Hemos acogido la iniciativa como un regalo y un gran reto. En el mensaje de Navidad de 2013 invitábamos a preparar ese año de gracia de 2015, con gratitud y confianza, ya en este 2014. En CONFER estamos pensando cómo podemos colaborar en la celebración de este acontecimiento y tenemos alguna iniciativa en preparación ahora mismo. Nos sentimos alentados por el Papa y, al mismo tiempo, comprometidos a dar lo mejor de esta vida para que toda la Iglesia pueda vibrar con este seguimiento apasionante de Cristo como constructores de una comunión transformadora de este mundo —herido y sufriente— en el Reino de Dios.

-Finalmente, ¿qué mensaje le gustaría trasladar a los lectores de ZENIT y a la sociedad en general? -

- Luis Ángel de las Heras: Que conozcan mejor, amen y valoren la vida religiosa, que está en el corazón de la Iglesia. Que piensen en ella, que recen por ella. Que aprecien su humilde generosidad en el compromiso que realiza en las fronteras de este mundo. Que nos exijan fraternalmente, puesto que necesitamos convertirnos y crecer en nuestra entrega a Dios y los hermanos. Que se alegren de esta forma de vida que, como todo lo que viene de Cristo y del Espíritu, no quita nada y lo da todo. Que vean la vida consagrada como una buena noticia cargada de alegría, que hace cotidiana la pasión por Dios que es pasión por la humanidad.

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Inmaculada Tuset 31/05/2013
“Todo en la escuela debe oler a la vida de Jesús”

En el transcurso de la Asamblea Ordinaria de Escuelas Católicas del año 2007, Inmaculada Tuset Garín fue elegida presidenta. Esta religiosa de Jesús María ha desempeñado distintas tareas dentro de su Congregación, siendo en la actualidad Superiora de la Provincia de Aragón. Apasionada de la educación, tiene muy claro lo que tiene que ser la Escuela Católica y qué puede aportar a la sociedad en la actualidad y ante una situación complicada. Queremos agradecer su disponibilidad para atendernos.  

- ¿En qué situación se encuentra la escuela católica en España en la actualidad?  

No es ajena a la realidad social, económica y política, por lo que está afectada por varios temas: la nueva ley de educación (LOMCE) que plantea un nuevo sistema y tipo de enseñanza; el debate y la contraposición con la red pública, siendo como son dos redes complementarias que deben garantizar la libertad de los padres o tutores para elegir el centro educativo para sus hijos, tal como contempla la Constitución; los recortes económicos, estatales y autonómicos, en la financiación de este servicio; los movimientos sindicales en un momento de alto índice de paro; el alto porcentaje de abandono y fracaso escolar; la necesidad de atender al alumnado con mayores necesidades educativas, sea cual sea su causa; los cambios rápidos provocados por la extensión de las nuevas tecnologías; la necesidad de recuperar los valores éticos; la llamada de la Iglesia a ahondar en la fe y al reto de la Nueva Evangelización; la necesidad de profundizar en nuestro carácter propio y de formara nuestros colaboradores laicos en lo esencial de nuestra misión compartida. Como se ve, son muchos los frentes abiertos que hay que atender simultáneamente.  

- ¿Qué puede suponer para los Colegios católicos el problema de los conciertos en Andalucía?  

Nos plantea una seria posibilidad de permanencia a bastantes Instituciones. Por otro lado nos puede hacer muy difícil mantener nuestras opciones prioritarias: ser escuelas evangelizadoras e inclusivas. Priva a un número elevado de alumnos beneficiarse de algo que es un derecho y que, hoy por hoy, es también una oferta de calidad, de innovación y de educación integral. Nos pide trabajar unidos. No revindicamos “nuestro centro”, sino un derecho de todos, y por tanto debemos hacerlo como Institución y como Iglesia.  

- ¿Cuales son las líneas de actuación que se deben potenciar desde la escuela católica de cara al futuro?  

La primera, aquello que nos identifica: nuestro ser católico. Somos células vivas de la Iglesia y por ello, con nuestra vida debemos manifestar y anunciar a Jesús y su Buena Noticia. Nuestras personas, la organización, el ambiente, la pedagogía, y todo debe “oler” a la vida de Jesús: coherencia con la fe en un Dios Padre, actitudes de servicio, bondad, ternura, capacidad de desarrollar todo lo bueno que hay en cada persona que se acerca, atención a las realidades que nos rodean, especialmente los más necesitados, en el orden que sea. Nuestras escuelas deben ser ámbitos de vida, deben ayudar a crecer a todo el alumnado en todas sus dimensiones: intelectuales, afectivas, sociales y trascendentes, dándoles aquellos valores y herramientas que favorezcan el sentido de la vida.

Ante una población plural que acude a nuestros centros se nos pide una actitud tolerante y a la vez consecuente con nuestro ser. Como Jesús estamos llamados a invitar, no a imponer.

También han de favorecer la participación de los miembros de la comunidad educativa: padres, personal, colaboradores.

En la sociedad actual nuestros alumnos necesitan nuevas competencias para el siglo XXI. Los métodos tradicionales no logran conectar con esta generación proactiva, multitarea, ultrarrápida, interconectada. Debido a la irrupción de las tecnologías social media, la creatividad se ha convertido en el gran valor que ha provocado nuevas experiencias emprendedoras, nuevas iniciativas de inteligencia colectiva que es necesario conocer.

En este momento y de cara al próximo Congreso que celebraremos en noviembre, nos proponemos un modelo que apuesta por el cambio basado en cuatro ideas-fuerza: ser instituciones creativas y ayudar a nuestros profesores a ser y formar creativos preparados para afrontar un futuro incierto; crear nuevas redes de colaboración, porque nunca seremos más inteligentes y eficaces como cuando trabajamos desde los equipos creando un proyecto común; lograr una escuela emprendedora que forme emprendedores; y reforzar el valor de la escuela católica desde su sentido evangélico.  

- Desde hace tiempo se está apostando desde Escuelas Católicas por la innovación pedagógica en diferentes campos, ¿qué pueden aportar los colegios católicos a la sociedad actual?  

Creo que la intuición pedagógica de nuestros Fundadores nos da muchas claves. Si repasamos sus vidas nos damos cuenta de que supieron leer los signos de su tiempo y dar respuestas adecuadas a ello. Fueron pioneros en métodos, en procesos, pero sobre todo atendieron a aquellos que más necesitaban de Dios y de dignidad humana. Buscaron la manera de hacer digna la vida de niños/as y jóvenes y supieron encontrar los resortes de las personas a través de algo que se llama AMAR. Así que lo primero que podemos y debemos aportar a nuestra pedagogía es un plus de amor, bondad y ternura. No es condescendencia, sino acompañamiento cercano, cálido. Un acompañamiento ligado a la firmeza y a la aceptación de los límites.

Ante una sociedad que pierde valores humanos, ahondar en aquello que significa vivir en la verdad, en la coherencia, en la honestidad, ser capaces de solidaridad, de hacer un desarrollo sostenible y para todos. Trabajar el esfuerzo personal y la capacidad de dar lo mejor de modo gratuito, sin ambición de poder y sin competitividad agresiva, que no respeta al otro, sino que lo pisa. Son valores que no deben perderse dentro de la pedagogía.

Por otro lado para responder a la sociedad cambiante y rápida hemos de favorecer aquello que desarrolle y capacite la movilidad, las inteligencias múltiples, el manejo de las nuevas tecnologías, el plurilingüismo, la sensibilidad por el planeta y sus recursos, una globalización que no discrimina, sino que aúna e iguala las oportunidades.

Y sobre todo una pedagogía de la cercanía, del salir hacia el alumnado, de la comprensión de sus valores y motivaciones y de la esperanza en lo que la otra persona puede llegar a ser con nuestra ayuda.  

Como veis son muchos los retos y los frentes que tenemos delante los educadores católicos. Creo que mantenemos la ilusión, el coraje y sobre todo la esperanza, porque confiamos en que estamos embarcados en esta tarea con un buen capitán y timonel: el Maestro Jesus de Nazaret. Y no vamos solos, sino que nos acompaña el Espíritu, que nos une como cuerpo eclesial y nos abre hacia los demás. Y contamos además con una mano de mujer, la de María, que sabe estar silenciosa y disponible, detecta las necesidades e intercede ante su Hijo adelantando la hora. De este modo podemos seguir caminando y arriesgando para que otros tengan vida y felicidad.

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José Rodríguez Carballo 05/02/2013
“Necesitamos re-visitar nuestra propia identidad carismática”

El pasado mes de noviembre, la Asamblea General de la Unión de Superiores Generales eligió, como nuevo presidente para el próximo trienio al religioso franciscano español P. José Rodríguez Carballo. Es Ministro General de su orden desde el año 2003 y sustituye en el cargo al Rector Mayor de los Salesianos, el P. Pascual Chávez. Son varios los retos y desafíos que se plantean a la Vida Religiosa, y de ellos nos habla el nuevo presidente de la USG. Agradecemos su disponibilidad y su presencia en estas páginas    

- ¿Qué es la USG y qué ofrece a la Vida Religiosa?  

Según consta en los Estatutos de la USG, Unión de Superiores Generales, ésta es un organismo de derecho pontificio erigido el 3 de enero de 1955 por la entonces Congregación de Religiosos como persona jurídica. Hace tan solo unos meses también ha sido reconocida como persona jurídica dentro del Estado Vaticano. Más concretamente yo sintetizaría el servicio de la USG a la Vida Religiosa y Consagrada en los siguientes: animación, reflexión, formación y coordinación.  

Animación. La USG tiene como misión principal animar la vida religiosa y consagrada, en comunión con la la Santa Sede, particularmente a través de la Congregación de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, con la cual está en permanente contacto, particularmente a través de la Secretaría general de la USG,  y con la cual se tienen dos encuentros anuales fijos. En estos dos encuentros participa el Consejo de los 16, elegidos por la Asamblea general de la USG. En ellos se debaten temas de común interés. Uno de estos encuentros es preparado por la Congregación y el otro por la USG.  

Reflexión. Otra tarea importante es la de  reflexionar sobre temas concernientes a la vida religiosa y consagrada. Esto la USG lo ha hecho en el pasado en el Congreso Internacional de Vida Consagrada, celebrado en Roma en el 2004, al que asistimos cerca de 1.000 consagrados/as, la mayor parte de ellos Superiores/as Generales. Lo hizo más recientemente en el Seminario de Teología de la Vida Consagrada (febrero del 2011), en el que participamos 30 Superiores/as Generales y 30 teólogos/as de la Vida Consagrada. Lo hace anualmente en las dos Asambleas anuales en las que se estudian temas importantes para la Vida Religiosa y Consagrada y en la que participamos cerca de 200 Superiores Generales varones. Lo hace también a través de las Comisiones permanentes: la teológica, que estudia temas de fondo de la Vida Religiosa y Consagrada, como el de la identidad; la comisión jurídica, en la que se estudian temas de tipo jurídico importantes para nuestra vida y misión; la comisión de educación, en la que se estudian “políticas” a seguir relacionadas con el mundo de la educación en el que la Vida Religiosa y Consagrada da una aportación muy importante. Hay otras Comisiones permanentes que se ocupan de temas específicos como: la Comisión de Pastoral sanitaria y la de Justicia y Paz. Desde mi experiencia en estos años, también como Presidente de la Comisión teológica, puedo afirmar que esta reflexión es muy iluminadora para todos y por ello valorada muy positivamente. Son los Institutos más pequeños los que mayormente aprecian este servicio.  

Formación. En cuanto al servicio en el campo de la formación, la USG también es una mediación importante, tanto para los Superiores generales, como para los religiosos/as en general. Así la valoramos en nuestros encuentros y evaluaciones. En este servicio un instrumento importante es el sito de Vidimus Domino en el que se ofrecen los materiales de las Asambleas de la USG y que, según me consta, es muy frecuentado.  

Coordinación. Por último quiero subrayar que la USG ofrece un servicio de coordinación de iniciativas comunes de varios Institutos religiosos. El más conocido es el proyecto que tenemos en Sudán Sur, en el que participan religiosos de diferentes Institutos y carismas. En este caso se hace también en estrecha colaboración con la UISG. También hay una coordinación con la UISG (Unión de Superioras Generales, Institutos femeninos), en todas las actividades conjuntas que realizamos a lo largo del año y otras que son puntuales. Finalmente hay que señalar, siempre en este servicio de coordinación, la relación constante con las Conferencias de Religiosos/as Nacionales y Continentales. Muchas veces nos hacemos presentes en sus encuentros y otras muchas sus Consejos viene a Roma para encontrarnos.  

En este sentido bien podemos decir que la USG es un verdadero laboratorio de animación, reflexión, formación y coordinación de la Vida Religiosa y Consagrada que ayuda grandemente a las Órdenes e Institutos a la hora de emprender caminos de revitalización, e incluso a la hora de tomar decisiones, salvando siempre la autonomía, índole y el espíritu propio de cada Instituto, de tomar las decisiones oportunas.    

- ¿Cuáles son los objetivos fundamentales que se plantea para este período de presidencia de la USG?  

Ante todo debo expresar mi reconocimiento por todo lo que se ha hecho en estos años. La USG no parte de cero con esta nueva presidencia. Yo heredo un gran patrimonio que intentaré, junto con el Consejo ejecutivo de la USG y la Secretaría de la misma, administrar lo mejor posible. Por otra parte soy consciente de los nuevos retos que se presentan a la Vida Religiosa y Consagrada. Entre estos, uno muy importante me parece el de la colaboración entre los distintos carismas e Institutos. Creo que hoy la Vida Religiosa y Consagrada necesita conjugar audacia todo lo “inter”, también lo intercongregacional, como consecuencia no solo de una necesaria lucidez que nos lleva a darnos cuenta que nos necesitamos unos a otros, sino también para dar testimonio de comunión. Se trata, por tanto, de abrirnos todavía más a la misión compartida, también con los laicos. En este contexto, mi objetivo principal, compartido plenamente por el Consejo ejecutivo de la USG, con el cual quiero trabajar en equipo, es el de estrechar relaciones: relaciones entre todos los que formamos parte de la USG (somos más de 200 Institutos masculinos de derecho pontificio), relaciones de la USG con la UISG (Institutos femeninos), relaciones con la Congregación para la Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, relaciones con movimientos laicales. También quisiera que la USG siga contribuyendo a la reflexión sobre la Vida Religiosa y Consagrada, sobre todo a través de la Comisión teológica y en las Asambleas anuales, y siga siendo una instancia para la formación de los Superiores generales y de los demás religiosos. En estos momentos estamos pensando, en colaboración con la UISG a un segundo Congreso Internacional de Vida Consagrada y a otro seminario de Teología de la vida consagrada. Son todos medios para llevar a cabo la misión de la USG. También estamos pensando en encuentros de varios días de duración para los nuevos Superiores generales. Es esta una petición que se lleva escuchando desde hace varios años y que intentaremos concretizar en alguna iniciativa. Creo que en todos los que formamos parte de ella hay mucho espíritu de colaboración y por ello pienso que todo ello resultará relativamente fácil  

- ¿Cuáles cree que son los retos que afronta la Vida Religiosa en la actualidad?  

Los retos que tiene ante sí la Vida Religiosa y Consagrada son muchos. Para mí el reto principal al que se enfrenta la Vida Religiosa y Consagrada es el de dar mayor  significatividad evangélica a su vida y misión. Para ello la Vida Religiosa y Consagrada necesita con cierta urgencia re-visitar su propia identidad carismática en la Iglesia y en el mundo. No se puede diluir entre otras identidades. La Vida Religiosa y Consagrada no solo tiene una gran historia que contar, también tiene una gran historia que construir (cf. VC 110). Para ello se le pide fidelidad a su propia identidad. La significatividad evangélica de la que estamos hablando pide una atención esmerada a los tres pilares de la vida consagrada hoy: la espiritualidad, la vida fraterna en comunidad y la misión. La Vida Religiosa y Consagrada está llamada a ser presencia profética en el mundo de hoy, y para ello ha de cultivar asiduamente el encuentro con Cristo, el encuentro con ella misma y el encuentro con el hombre. La significatividad evangélica pasa también, en muchas ocasiones, por una reestructuración que comporta cierres, incluso fusión de entidades (y no hay que excluir fusión de Institutos con un carisma semejante), y aperturas de nuevas presencias más en consonancia con el propio carisma y siempre una constante “innovación” de estructuras. Otro reto, que tiene mucho que ver con lo anteriormente dicho, es el de la formación permanente, Ésta es condición para una fidelidad creativa, como nos pide la Iglesia (cf. VC 37). Mucho es lo que la Vida religiosa ha hecho y hace en el campo de la formación permanente, pero largo es el camino que estamos llamados a recorrer. Y de la mano de la preocupación por la formación permanente va la preocupación por la formación inicial y por la pastoral vocacional. En esta, y en todo lo que se refiere al mundo de los jóvenes, la Vida Religiosa y Consagrada debe ser más propositiva y creativa. En cualquier caso, el reto fundamental para la Vida Religiosa y Consagrada es el de buscar constantemente la configuración, cada vez más plena, de todos los consagrados con el Señor.  

- El día 2 de febrero se celebra la Jornada para la Vida Consagrada, ¿Dónde cifra la esperanza de la Vida Religiosa?  

La esperanza en de la Vida Religiosa y Consagrada no la cifro ciertamente en los números, aunque, gracias a Dios, somos muchos. Sabemos muy bien lo que la Sagrada Escritura piensa de los censos No soy indiferente al número, y vivo con cierta preocupación la disminución y el envejecimiento que estamos experimentando en algunos países, por eso hablé antes de le necesidad de ser más propositivos en lo que a la pastoral vocacional se refiere, pero no vivo esos fenómenos como una obsesión. La Vida Religiosa y Consagrada siempre fue de minorías. Tampoco cifro la esperanza en la demasiada eficacia. De hecho estamos dejando obras que hasta hace bien poco nos parecían imprescindibles. Para muchos esto es signo de muerte. Yo quisiera recordar en este contexto que la Vida Religiosa y Consagrada, como se dijo en el último Sínodo, es más que un “recurso” para realizar ciertas actividades. La esperanza la cifro en lo que es la misma Vida Religiosa: un don de Dios a la Iglesia y al mundo, y una presencia profética y testimonial en la Iglesia y en el mundo. La demografía de la Vida Religiosa y Consagrada está cambiando, pero la Vida Religiosa y Consagrada dentro de la Iglesia está viva y, por ser un don de Dios a la Iglesia, seguirá estando viva. Y signo de ello es la presencia de religiosos/as y consagrados/as en lugares de frontera, en los “claustros inhumanos” donde nadie quiere estar, al lado de los últimos. Otro motivo para la esperanza lo pongo en muchos jóvenes, y no tan jóvenes, que quieren vivir una Vida Religiosa más auténtica y más radical, más evangélica y más en consonancia con el propio carisma. Me dan mucha esperanza las nuevas formas de presencia que se están poniendo en pié, también en continentes como Europa. Hoy parecen semillas de mostaza. Seguro que mañana serán arbustos llenos de vida capaces de acoger a todos aquellos que desean una vida más religiosa y más carismática.  Nuestra esperanza no está en “los carros y caballos”, sino en el Señor que nos llamó a serguirlo “más de cerca”.  

Fr. José Rodriguez Carballo, ofm Ministro general OFM y Presidente de la USG

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Mariano José Sedano 11/01/2013
Arriesguemos un poco y puede que encontremos gente dispuesta a arriesgarse con nosotros

Las palabras de Mariano José Sedano en la pasada Asamblea de CONFER fueron un soplo de esperanza y de aire fresco. Es un misionero claretiano que lleva en Rusia desde 1996. Allí ha vivido su misión, levantando la Iglesia Católica tras la caída de la URSS. Es también Consejero de la UCESM, lo que lo sitúa en un lugar privilegiado para observar la situación y las posibilidades que la Vida Religiosa ofrece en la realidad europea. Agradecemos su disponibilidad.

- Llegó a Rusia por primera vez en el año 1996, ¿cómo se ha desarrollado la Vida Religiosa desde entonces hasta la actualidad?  

Lo primero que hay que resaltar es la generosidad y valentía de muchos religiosos y religiosas que fueron los primeros en dar el paso y venir a Rusia en cuanto se abrieron las primeras puertas tímidamente a partir del año 1990. Muchas congregaciones respondieron a la llamada del papa Juan Pablo II a ayudar a poner en pie o a plantar de nuevo la iglesia católica en Rusia. Cuando nosotros llegamos ya había bastantes religiosos y religiosas de diversas partes del mundo, aunque predominaban, como es lógico por la proximidad de la geografía y la lengua, los provenientes de Polonia. Muchos llegaron a Rusia con grandes ilusiones y con bastante ingenuidad o desconocimiento de la realidad. Tengo algo más que una sensación de que no existió ningún plan previo, ni una organización pastoral. Según llegaba la gente, se le enviaba adonde hiciese falta. Esta anarquía y falta de planes, desanimó a muchos que, a los pocos años, se volvieron a casa. Poco a poco, sin embargo, se han estabilizado las estructuras eclesiales: diócesis, parroquias, diversas áreas apostólicas, cáritas…. Y la mayoría de los que estamos, hemos encontrado nuestro lugar y ahí seguimos. Ahora mismo los religiosos somos unos 600, de muy diversas congregaciones. En alguna de las 4 diócesis más del 80% del clero es religioso y en casi todas en torno o más del 50%, sin contar las religiosas, que son unas 350 y que desarrollan su misión en la mayoría de los casos en estructuras parroquiales. Sin los religiosos no se puede entender hoy la Iglesia católica en Rusia y sus mejores iniciativas. Dos de los cuatro obispos, además, son religiosos. Una de nuestras tareas pendientes es que nuestras vocaciones rusas, masculinas y femeninas, aumenten. Ahora mismo no llegan al 5% del total. Este es el reto y el fruto de la “plantación de la Iglesia católica” en este bendito suelo tan sufrido y sufriente, donde siempre seremos una minoridad, pero seremos.  

- ¿qué ha supuesto la creación de la Conferencia Rusa de Superiores y Superioras Mayores para la misión de las congregaciones?

Me gustaría pensar que ha sido algo importante. De hecho, nadie pensaba en la Conferencia, ni los Obispos, ni los religiosos mismos. Tuvo que ser iniciativa del Nuncio Apostólico en 1999. Se puede decir que fue una realidad que nació casi muerta, porque los Obispos pensaban que iba a provocar tensiones, ya que la mayor parte del clero era religioso. Si se organizaban iban a empezar a hacer reivindicaciones contra los Obispos. Pero se encontraron con otra cosa y hoy la Conferencia se ha ido haciendo necesaria para la vida ordinaria de los religiosos. Se han traducido al ruso  y publicado casi todos los documentos sobre Vida religiosa postconciliar, hemos preparado diversas formas de contratos con los Obispos y los párrocos, se celebra cada dos años la Asamblea plenaria de CORSUM (Conferencia Rusa de Superiores Mayores) donde los Obispos toman parte activa y reflexionan y oran con nosotros; hemos potenciado la celebración del día de la vida consagrada en las parroquias con materiales diversos,  hemos celebrado encuentros de formadores y de vocaciones rusas para seguir profundizando sus rasgos específicos… Y últimamente hemos logrado incluso la aprobación civil de la Conferencia, que es algo que parecía absolutamente imposible tan sólo 5 años atrás. Ahora ya no hace falta, como años atrás, tener un número determinado de gente con pasaporte ruso para ser reconocido como personalidad jurídica. Ahora, la Conferencia sirve como de paraguas a cualquier Congregación que forme parte de la misma para que pueda inscribirse en el registro civil. Basta con que un miembro de la comunidad tenga permiso de residencia en la Federación rusa. Creemos que este puede ser un paso importante en el proceso de “normalización” de la vida de la Iglesia católica y la vida religiosa dentro de ella en Rusia. El acento ecuménico en diálogo con los hermanos ortodoxos también ha estado presente en nuestras tareas, si bien más afectiva que efectivamente. Tendremos que seguir intentándolo a pesar de todo.  

- Es usted también Consejero de la UCESM, ¿qué retos cree que tiene la Vida Religiosa en Europa? ¿qué esperanzas puede aportar en el contexto social en que vivimos?

UCESM es un observatorio muy interesante de la realidad de la Vida Religiosa en Europa con  sus diversos contextos con matices distintos. No hablamos de lo mismo cuando pensamos, por ejemplo en la Vida religiosa en Bélgica o en Eslovaquia o Croacia, por hablar de países católicos. Ni tiene la misma presencia y significación en Bosnia, Rumanía, Grecia o Rusia, por poner algunos contextos donde los católicos somos minoría. Si en el occidente católico tradicional andamos cerrando casas y abriendo geriátricos para nuestros hermanos, en el Este hay empuje vocacional, existe ilusión y se necesitan abrir cauces y estructuras para gente joven. Y ambas realidades son Europa. Ciertamente en un contexto y en otro caminamos hacia una presencia menos visible de los religiosos, pero no por ello menos eficaz. La formación para ser fermento y signo elocuente se impone, como también la fuerza débil del testimonio (martirial) vivido en formas nuevas como la intercongregacionalidad, la catolización de nuestras comunidades por la llegada de gente joven de otros países de Europa o de Asia y África o el descubrimiento de la misión compartida que pide acentuar nuestra identidad por la suma y no por la resta. Cada religioso debe de ser una historia de vida y esperanza para la Historia, o, si se prefiere, un icono y artesano que vive y empasta la comunión cada día con harinas “de otros costales” para hacerse pan de Dios.  

- Ha estado presente en la última Asamblea General de CONFER, ¿cómo se ve desde fuera la situación actual de la Vida Consagrada en España?

Nuestra vieja piel de toro ha sido siempre y es una lanzadera de misioneros. Los encuentras por doquier… y también en Rusia, claro. En los últimos años, sin embargo, no son religiosos y religiosas lo que vemos, sino sacerdotes y laicos de movimientos los que encontramos por los caminos y las estepas. Y son gente a la que hemos tildado a veces de “carcas” o “neoconservadores”. Me da la impresión que nuestros problemas con las edades y las obras apostólicas nos están cerrando mucho en nosotros mismos. No hay que dejarse llevar ni por la aparente lógica aplastante de los números, ni por cantos de sirenas o cigüeñas agoreras que no traen niños, sino muerte en sus picos. La vida religiosa tiene futuro si tiene memoria no sólo del pasado, sino del paso de Dios en  sus diversas formas. La llamada a la Misión puede salvar a la Vida religiosa y suscitar entusiasmo por la universalidad, aunque sea vivido desde la cama de una residencia. Estamos viendo en Rusia cómo sacerdotes jubilados en España “reverdecen” y dan frutos en esta tierra, donde nos conservamos bien gracias al frio. Ellos hacen realidad la profecía de que “en la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso”. No se necesita tanto mano de obra joven (¡ójala,claro!), cuanto corazones vivos para testimoniar juntos al Resucitado viviendo en comunión de vida y misión. Ese es el sermón que se entiende en todas las lenguas y para el cual no hace falta aprender a conjugar verbos raros. Os animo, pues, a pensar en plural y en universal, mirando fuera de nuestras estrechas ventanitas y nuestros problemas “autonómicos”. A los religiosos Dios nos ha regalado la rosa de los vientos. Dejemos que la cabeza y el corazón vuelen. Arriesguemos un poco y puede que encontremos gente dispuesta a arriesgarse con nosotros. Si no, seguiremos muriendo lenta e inexorablemente.

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Julia García 08/11/2012
“El Espíritu actualiza nuestros carismas para ser portadores hoy de vida”

Julia García Monge, fue elegida Secretaria General de la Conferencia Española de Religiosos en elaño 2009 y desde entonces ha trabajado incansablemente al servicio de la Vida Religiosa. A las puertasde una nueva Asamblea General, nos cuenta las líneas de actuación de la CONFER en estos años,y los proyectos para el futuro.

- ¿Qué supone la XIX Asamblea General de CONFER para la Vida Religiosa en España?  

Cada año los  Superiores/as Mayores de los Institutos religiosos y Sociedades de vida apostólica que forman la CONFER, son invitados a participar en la Asamblea General. Representan a los  48.000 religiosos y religiosas que viven en España, distribuidos en más de 6.000 comunidades. La Asamblea, por tanto, es una oportunidad para expresar la comunión de los diversos carismas y celebrar el don de la vida consagrada, regalo del Espíritu a su Iglesia; tiempo para vivir la corresponsabilidad, para la reflexión y el diálogo. Estos encuentros nos invitan a buscar, a discernir, a tener el coraje de afrontar juntos los desafíos que experimentamos. Sin duda que es un momento de gracia para afirmarnos en nuestra identidad de vida consagrada y de estar atentos a las sugerencias del Espíritu en el hoy de nuestra historia. Tenemos la certeza que el Espíritu nos precede y acompaña, nos hace entender y acoger la llamada a una conversión profunda para compartir el don de la vida consagrada con las demás vocaciones en el pueblo de Dios. Es el Espíritu quien nos pone en camino para el anuncio del Evangelio desde el don y la vocación específica  que nos otorga.  

- En el año 2010, la CONFER se marcó unos objetivos para este trienio con la esperanza como tema nuclear de los tres años, ¿cómo cree que se están viviendo estos objetivos?  

En el año 2010 se presentó lo que iba a ser el tema nuclear de los objetivos del trienio: Lo titulábamos: “La vida religiosa esperanza para el mundo. Dar razón de nuestra esperanza”  (1Pe 3,15). En cada una de las Asambleas se ha tomado un aspecto significativo. En esta Asamblea de 2010 el lema fue: “Nacer de nuevo para una esperanza viva”  y nos preguntamos cómo “vivir en esperanza para ser esperanza del mundo” especialmente en los procesos que los Institutos estaban realizando para revitalizar la vida y la misión”.   

En la Asamblea de 2011 se nos siguió invitando a que la esperanza que nos habita fuera generadora de vida, que suscite en otros la pregunta: ¿Dónde vives? Y manifieste a los jóvenes la belleza del seguimiento de Jesucristo para que puedan ver y quedarse con Él.  El lema de esta Asamblea fue ¿Dónde vives? Venid…Fueron, vieron, se quedaron con Él.  

En esta asamblea de 2012 la esperanza se hace misión y la misión está llamada a potenciar nuestra esperanza. Jesucristo, nuestra esperanza, razón de nuestra vida consagrada nos impulsa a anunciar lo que hemos visto y oído.  

Junto al objetivo de la esperanza señalamos el de la comunión. Profundizar en la comunión eclesial con nuestros Pastores, entre las Congregaciones, con los laicos y al interior de la misma CONFER. Objetivo que hemos querido mimar potenciando unas relaciones que respondan al deseo de Jesús: Que todos sean uno para que el mundo crea.  

Tanto en la CONFER Nacional como en las CONFER Regionales y Diocesanas sus actividades han estado dirigidas a caminar en la dirección de los objetivos que se señalaban en cada Asamblea: Retiros, Jornadas, Cursos, Semanas de Vida Religiosa. Se ha dado un gran impulso a la vida de las Regionales y Diocesanas, se ha ido creando la vocalía de lo que  llamamos CONFER Joven, se han tenido encuentros de reflexión compartida con los Superiores/a s Mayores para ayudarnos en la búsqueda de caminos para revitalizar y animar la vida y misión de la Vida Religiosa.    

- ¿Qué tema centra la Asamblea de este año?

La Asamblea de este año tiene como tema: “Cómo creerán si no son evangelizados” (Rom 10,14).  Se encuadra dentro de los objetivos del Trienio y en un contexto muy especial: La celebración de los 50 años del comienzo del Concilio Vaticano II, el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización y el Año de la Fe. Tres acontecimientos que son una llamada a  tomar conciencia de la urgencia en el anuncio del Evangelio. Cristo “hoy como ayer, nos envía por los caminos del mundo para proclamar su Evangelio a todos los pueblos de la tierra” (Carta apostólica Porta Fidei, 7).

La vida religiosa tiene siempre a su lado la fuente inagotable del amor a Jesucristo. Aquí se encuentra la razón de su misma existencia y de cualquiera de las formas de apostolado. Si la vida consagrada se muestra fascinada por Jesucristo retomará el mismo fervor apostólico de las primeras comunidades cristianas que, desde su pequeñez y debilidad, fueron capaces de difundir el Evangelio en todo el mundo. Si la Iglesia existe para evangelizar, esto mismo podemos afirmar de la vida religiosa. Una de las ponencias de la Asamblea tratará este tema: Jesucristo esperanza para el mundo. Cómo anunciarlo hoy desde la vida religiosa.

Y somos conscientes que esta tarea la realizamos con otros en misión compartida. “La misión compartida, un camino eclesial de encuentro entre el laicado y la vida religiosa” centrará la reflexión del segundo día de la Asamblea  

- ¿Qué puede aportar la Vida Religiosa a la Nueva Evangelización?  

Precisamente están programados doce Talleres en los que, desde los distintos campos en los que la vida religiosa está presente, se hagan esta pregunta. No solo qué puede aportar  la vida religiosa en el futuro, sino lo que ya está aportando en este momento. Reconocerlo no es para vanagloriarnos, sino para que nos sirva de estímulo y acicate para lo que queda por realizar. Se ha reconocido en el Sínodo el papel tan importante que la vida religiosa ha tenido en la misión evangelizadora de la Iglesia a lo largo de los siglos. Y si afirmamos que es el Espíritu quien la conduce, será quien irá abriendo nuevos horizontes a los consagrados en la iglesia y en la sociedad.  El Espíritu actualiza nuestros carismas para ser portadores hoy de vida y esperanza. A la vida religiosa presente en tantos lugares de nuestro mundo la esperan muchos hermanos y hermanas, necesitados de pan, de solidaridad, de justicia, de Dios. Y nosotros, hombres y mujeres consagrados, necesitamos comunicarles el tesoro que llevamos dentro: Jesucristo, nuestra esperanza. Él nos necesita a cada uno de nosotros y de nuestras comunidades para continuar su tarea evangelizadora, para ir a anunciarle donde Él nos espera.  

- En relación con esto, ¿a qué conclusiones para la Vida Religiosa le gustaría que llegara la Asamblea?  

No sé si es posible llegar a conclusiones en este tipo de asambleas. Tampoco es el objetivo. Creo que lo importante es que se presenten caminos que ayuden a la vida consagrada a recobrar con más vigor y apasionamiento su adhesión absoluta a Jesucristo  para poder anunciarlo y testimoniarlo. Sin duda que las ponencias, los paneles y talleres nos iluminarán en el cómo y, sobre todo, serán una invitación a la comunión, a crear proyectos intercongregacionales, a seguir profundizando y discerniendo juntos.  

Los cambios socio-culturales son tan profundos, rápidos y complejos que requieren que los religiosos y, de forma muy especial, los Superiores Mayores busquen con otros respuestas a los desafíos que se plantean hoy a la vida consagrada.   Sin duda que estos días de la Asamblea posibilitan la cercanía, el conocimiento entre los que participan en ella, el deseo de comunicar y recibir de los otros la riqueza de la que somos portadores y también las soluciones para las dificultades que encontramos.  

La Asamblea es un espacio que nos ayudará  a soñar juntos cómo llevar la Buena Noticia a los pobres, cómo anunciar a Jesucristo a los hombres y mujeres de nuestro mundo. Será un espacio para hacer presente,  con sencillez y valentía, el don del que cada Instituto es portador. Cada Superior y Superiora mayor sabrá quedarse con lo bueno y así podrá llevar al corazón de sus comunidades la pasión por el anuncio del Evangelio.  Tengo la esperanza de que la vida consagrada saldrá muy fortalecida para testimoniar y anunciar la esperanza que la habita: Jesucristo.

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SSS 10/07/2012
Solidaridad con Sur Sudán, un proyecto intercongregacional de reconstrucción social en el país africano

Javier Ojeda y Javier Sánchez son responsables de las ONGDs Proclade y Proyde respectivamente. Hace unas semanas han vuelto de su viaje por Sudán del Sur, donde han sido testigos directos de los avances que se están desarrollando gracias al programa Solidaridad con Sur Sudán. Agradecemos que compartan su testimonio.

Solidaridad con Sur Sudán es el rostro de África llamando a la puerta de nuestras comunidades, es una nueva propuesta para vivir la vida religiosa que la tierra africana y sus gentes nos ofrece. Así nos sentimos al compartir mesa, trabajo, oración en cada una de las comunidades de Sudán del Sur que visitamos hace unas semanas.

El proyecto inició su andadura cuando se firmó el Acuerdo General de Paz (CPA), en Enero del 2005. Entonces, los obispos de Sudan del Sur invitaron a la USG/UISG a considerar las necesidades de su pueblo después de décadas de guerra civil.  En 2006 se puso en marcha un proceso de consultas en Sudan del Sur con el que se hizo patente la urgente necesidad de abordar programas de Educación y Atención Sanitaria como uno de los eslabones para colaborar en la reconstrucción de una sociedad y un país asolado por la guerra preparando profesionales cualificados en Salud y en Educación; creando una asociación con la Iglesia local para iniciar y desarrollar progresivamente institutos de enseñanza para profesores y profesionales de la salud.

Hoy Solidarity with South Sudan (SSS) es una plataforma creada formalmente en 2008 y compuesta por unas 170 congregaciones religiosas comprometidas con este empeño de cumplir el lema Pasión por Cristo, pasión por la humanidad que resonó en el Congreso Internacional de Vida Consagrada de 2004. Sus tres vertientes de trabajo son la formación de profesores, de personal sanitario, la pastoral-construcción de una cultura de paz; además de un incipiente componente de desarrollo rural. 

El reto del trabajo inter congregacional ha sido una de las claves internas del proyecto y se ha erigido como paradigma de trabajo con el fin de fortalecer la eficacia y el impacto de las intervenciones y de atender a los cinco principios que guían el Acuerdo Global de Paz firmado entre el Norte y Sur de Sudán en 2005: Reconciliación, Rehabilitación, Repatriación, Reconstrucción y Reeducación.  Se han establecido 5 comunidades (Malakal, Riimenze, Wau, Yambio y Juba) integradas por 25 religiosos y religiosas pertenecientes a 14 congregaciones diferentes y 13 nacionalidades de los 5 continentes. En nuestra reciente visita a Sudán del Sur, una de las religiosas nos comentaba que al comienzo, cuando venían visitas, presentaban a los miembros de la comunidad con su nombre y su congregación… “ahora ya casi ni recuerdo a qué congregación pertenece cada uno”. Entrega, ilusión, oración en común, esfuerzos compartidos, y probablemente problemas -ni más ni menos que cualquier otra comunidad religiosa- hacen de esta experiencia una propuesta fresca de este nuevo estilo de vida religiosa vivida intercongregacionalmente.

El personal actual de Solidarity está formado por 19 hermanas, 3 hermanos, 2 sacerdotes y una mujer asistente, todos ellos trabajando como un solo equipo. La sede central en Sudán del Sur está en Juba, la capital del país.

En cuanto a la formación de docentes, se han puesto en marcha y equipado dos centros: uno en Malakal, y el otro en Yambio. Desde estos dos centros se da cobertura a la formación de profesorado en esas localidades. Desde Malakal también se da cobertura a las localidades de Leer, Juba,  Renk, Gumbo, Nande y Wau, y desde Yambio se cubre además Rimenze, Nzara Tombura y Ezo. En 2012, se han iniciado también procesos de formación de profesorado en: Rumbeck y en Mapourdit. SSS tiene en sus procesos de formación a 1248 alumnos entre profesores en activo y futuros maestros (283 mujeres). Los alumnos y alumnas estimados como beneficiarios de esta formación, son cerca de 48.000.

Este año 2012,  ha terminado la primera promoción de 8 profesores en activo después de 4 años de formación en el centro de Malakal. En 2013, se graduarán otros 56 profesores en activo: 27 en Malakal y 29 en Yambio.

Además el crecimiento y expansión de la formación de profesores prevista para 2013 es significativa, abriéndose grupos de formación en Agok (Abyei) y Yirol (Lakes). Además se está en conversaciones para asumir el centro de formación de profesorado de Cueibet. 

A través del componente de formación de profesionales de la salud se ha rehabilitado y puesto en marcha  el antiguo centro de formación sanitaria destruido por el conflicto bélico  en Wau. La formación se ha concretado en la capacitación presencial y práctica en enfermería, por un período de 4 años. El programa es el primero en el país que ofrece una certificación basada en una curricula de enfermería oficial. Además en 2012, SSS ha iniciado la formación para matronas, según el curricula oficial del país, que vio la luz al final de 2011. Son 3 años de formación y el primer grupo de alumnos son 21.  

En 2012, al final del periodo inicial – cuatro años - del proyecto de Solidarity se ha formado, con su título correspondiente, a la primera promoción de los centros de formación docente y ha llegado a la mitad de su periodo formativo la primera promoción de centro de formación sanitario, que son 11 alumnos. En ambos casos, se sigue el currículum oficial de los Ministerios de Sanidad y Educación, instituciones que avalarán, supervisarán y validarán el título obtenido. Además SSS, cuya credibilidad como institución de formación es ya muy grande, colabora con el gobierno en la revisión del curricula de enfermería, en la preparación de materiales didácticos para el profesorado y con las entidades privadas en el asesoramiento para la puesta en marcha de centros educativos, como hace en la actualidad con “Friends from Ibba girls school”

En cuanto a la vertiente pastoral, destaca la campaña “101 Days for Peace in Sudan” que se celebró con carácter previo al referéndum sobre la independencia, y tuvo como objetivo la promoción de la paz en Sudán del Sur, con un enfoque integrador entre cristianos de diversas iglesias y musulmanes, y en torno a una identidad común nacional. La iniciativa fue esponsorizada por el Catholic Relief Services (CRS) y promovida por la Conferencia de Obispos Católicos de Sudan. Además, y a través de esta vertiente, se desarrollan talleres para la promoción de los valores de convivencia pacífica, la justicia social, y el empoderamiento de las mujeres y el desarrollo de su capacidad de liderazgo. A través de talleres de construcción de paz, Solidarity está trabajando  con mujeres que perdieron a marido e hijos durante la guerra.

La vertiente de desarrollo rural se está llevando a cabo en Rimenze y consiste en un programa integral de desarrollo rural, para familias de agricultores. El programa incluye: formación agrícola y pecuaria;  provisión de empleo en proyectos de parcelas agrícolas complementarias; prestación de servicios a los agricultores tales como molienda, descascarillado, etc.; higiene y salud básica con especial atención al cultivo y uso de plantas medicinales locales; promoción de la escolarización infantil, incluyendo la gestión de una guardería.

Hacer que el nuevo Sudán del Sur, que cumplirá un año este próximo 9 de julio de 2012, no se convierta en un estado fallido no es fácil, pero creemos que uno de los grandes motores para afrontar el reto es que este es un camino soñado, deseado y elegido por una gran mayoría de sus ciudadanos; han sido muchos años de lucha plasmados en una decisión común aplastante.

Una pregunta que muchos se hacen es ¿El pueblo sursudanés tiene capacidad para afrontar este reto  de compactar identidades e intereses muy distintos, de recomponer heridas, de superar una inflación económica amenazante, de controlar los enfrentamientos entre el ejército y las milicias -que han aumentado tras el referéndum-, de resolver temas de competencias sobre el agua y el petróleo, la estabilización de las regiones limítrofes de Abyei, Nilo Azul y Montañas Nuba, de recibir a los retornados del norte, de estructurar un sistema adecuado de gobierno y atención a los servicios sociales básicos…? 

Una buena respuesta es que la capacidad de este pueblo ha sido la demostrada en el propio proceso de secesión: mucha  más tranquilidad y madurez de la que algunos medios internacionales esperaban. Me admiró el movimiento interreligioso “101 días de oración por la paz” que preparó el referéndum a base de mensajes y gestos de reconciliación, de paz: “Cambia tu corazón, cambia el mundo”.

Cada uno de estos proyectos está dirigido a la construcción de una sociedad sostenible y pacífica basada en conocimientos que permitirá a los sudaneses del sur crecer con éxito en la capacidad de dirigir su propio desarrollo e invertir en su propio futuro.

Todo esto está siendo posible por las sinergias creadas entre la población y las autoridades sur sudanesa, las congregaciones implicadas, organismos internacionales de cooperación y otros financiadores. De otra manera, hubiera sido imposible.

Desde España cuatro organizaciones de REDES, PROCLADE, PROYDE, SED y Fundación Corazonistas, apoyan esta iniciativa a través de la Plataforma Sur Sudán para la búsqueda de financiamiento, además de realizar actividades de difusión y sensibilización sobre la situación en la zona, especialmente  a partir del referéndum y de la declaración de la independencia de Sur Sudán .

Esperemos que los intereses internacionales y locales no pongan demasiados tropiezos en este nuevo camino. “Solidaridad con Sur Sudán”  hemos tenido el privilegio de acompañarles durante estos años en el proceso y queremos acompañarles en el crecimiento de esta joven República de Sudán del Sur.

“Lo que veo es que a mi alrededor  toda la gente joven está yendo al colegio, están estudiando, se están formando para, en un futuro, en unos años, estar  preparados para hacer muchas cosas para su país, que será un gran país, un país muy bonito”

Peter Madol. Estudiante del Instituto sanitario en Wau

Javier Sánchez y Javier Ojeda

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