«Humanizar», un verbo que todos debemos conjugar

Madrid, 6 de marzo de 2024 (IVICON): En los últimos dos días, 4 y 5 de marzo, han tenido lugar en la sede de la CONFER las Jornadas de Pastoral de la Salud, centradas en este curso en la humanización de la asistencia sanitaria. En estas dos jornadas, han participado José Carlos Bermejo, Cristina Muñoz y Arnaldo Pangrazzi

“La humanización de la asistencia sanitaria nos afecta a todos: sanidad pública, entidades privadas, congregaciones religiosas… Todos debemos a empezar a conjugar ese verbo, el de humanizar”, aseguró el religioso camilo José Carlos Bermejo, director general del Centro de Humanización de la Salud, perteneciente a su congregación. “Desde la pastoral de la salud podemos cultivar esta idea enraizándola en nuestra espiritualidad cristiana y en nuestros valores y creencias. La compasión y la solidaridad se traducen en un trato respetuoso, sagradamente de la dignidad intrínseca de toda persona, especialmente en las que se encuentran en situación de fragilidad”, añadió en el marco de su ponencia, titulada ‘El fenómeno de la humanización de la salud en España’.

La tecnología no es enemiga de la humanización

“La deshumanización no es el resultado del desarrollo tecnológico; al revés: es muy bienvenida”, señaló, explicando que gracias a sus avances es más fácil hoy en día ofrecer mejores diagnósticos y de manera más rápida, o asistir y ayudar mejor a las personas.

No obstante, es importante tener en cuenta que “si la tecnología no llega para todos, o si toma el primer lugar y despersonaliza la atención en los procesos de salud, se convierte potencialmente en un agente deshumanizador al que debemos impregnar la dimensión ética”, explicó Bermejo en su exposición. Solo de este modo se consigue que la tecnología contribuya a crear un mundo más humano. 

Claves para humanizar las relaciones interpersonales

Por su parte, Cristina Muñoz, responsable del departamento de Programas y Calidad del Centro de Humanización de la Salud, ofreció algunas claves y herramientas para un mejor trato entre personal sanitario y pacientes. “Para humanizar la relación con los pacientes -y también en el equipo de trabajo- una clave importante es mirar a la persona de una forma integral”, apuntó. “No debemos centrarnos solo en los problemas que trae, que muchas veces son solo un punto que emerge como si fuera la punta de un iceberg, sino que hay que mirar más allá para explorar también la dimensión psicológica, emocional y espiritual de la persona”, declaró. 

Asimismo, Muñoz, con más de dos décadas de experiencia en la materia, apostilló que “cuando hablamos de relaciones hablamos del grado de influencia y poder que unos ejercemos sobre otros. En ocasiones, el uso del poder es excesivo; tendemos a llevarnos al otro a nuestro terreno y a decirlo lo que tienen que hacer, pensar o sentir”. “Aunque lo hagamos desde la mejor de las intenciones, esto genera en el otro una sensación de impotencia o acomodación a ese estilo, evitando que se haga cargo de forma activa de la situación que está viviendo”, relató. 

En una modalidad teórico-práctica, Muñoz recomendó “trabajar el estilo empático, con herramientas relacionadas con la escucha y el uso de la palabra y la comunicación para saber cómo responder de una manera más centrada en la persona”.

El Abc de la humanización

Con el religioso camilo Arnaldo Pangrazzi, una de las más reconocidas figuras en pastoral de la salud, los participantes conocieron el alfabeto del corazón para humanizar la pastoral de la salud. “Para aquellos que desean acercarse a los que sufren, es interesante que profundicen y cultiven actitudes positivas frente a las reacciones que los enfermos y familiares puedan tener en momentos de dificultad, por ejemplo, cuando reciben un diagnóstico malo, o en el acompañamiento de personas moribundas o que están atravesando un duelo”, recalcó. “Todas estas circunstancias representan adversidades que hacen salir a flote emociones y, por eso, los acompañantes necesitan cultivar el arte de la consolación, acoger el sufrimiento, el miedo, la tristeza, o tal vez la cólera”, continuó el sacerdote camilo. Sentimientos todos ellos que el personal sanitario debe aprender a gestionar, a fin de humanizar el trato a las personas que atraviesan ese dolor. 

Las emociones de Jesús en el Evangelio

En este sentido, Pangrazzi hizo ver a los participantes que Jesús se humanizó de tal forma que dejó mostrar sus emociones y sentimientos, tal y como se cuenta en el evangelio: la alegría en la boda de Caná, la tristeza al conocer la muerte de su amigo Lázaro, la cólera al ver el mercadeo en el templo o el miedo en el Calvario. “Las emociones no son pecado, son parte de la naturaleza humana. Si Jesús vivió nuestra humanidad, tras sus huellas nosotros debemos humanizarnos para humanizar la Pastoral de la Salud”, manifestó.

Claves de futuro… en la pastoral de la salud

Desde la perspectiva que ofrece la experiencia, Pangrazzi ofreció algunas claves para orientar el futuro de una pastoral de la salud que “abarca muchos ámbitos”, insistió. “Uno de ellos, prioritario, es la relación de ayuda a los enfermos y a sus familiares, porque en ocasiones la familia sufre más que los enfermos”, argumentó el religioso italiano. “Los religiosos o laicos comprometidos con la pastoral de la salud deben estar preparados para acompañar esas emociones, deben desarrollar el arte de la presencia, la empatía, la escucha… Humanizándonos podemos ofrecer esa acogida que la persona necesita”.

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