Jornada de oración por la paz 2023

Madrid, 21 de febrero de 2023 (IVICON); La Unión Regional de Provinciales de Andalucía (CONFER URPA), ha redactado un comunicado para convocar el 24 de febrero una Jornada de Oración para seguir uniéndonos a nuestros hermanos y hermanas que viven en situación de conflictos, de guerra, y, juntos, abramos caminos de Paz y Esperanza.  

A continuación transcribimos de manera íntegra el escrito:  

Hemos querido que estas palabras de La Carta de la Tierra (La Haya, año 2000), que el Papa Francisco recoge en su Encíclica «Laudato Si», sea el marco que ilumine esta comunicación pastoral y urgente, y nos invite a reactivar el corazón de nuestra fraternidad con nuestros hermanos y hermanas que padecen la crueldad de la violencia en el país de Ucrania.

En las fechas que se cumple 365 días de guerra, queremos que estas palabras que ubiquen de nuevo nuestras miradas en la clave fundamental de nuestra humanidad y espiritualidad: la búsqueda “desvelada” de la misericordia y la justicia de Dios, expresión creativa de nuestra fraternidad que fecunda las semillas de una nueva humanidad. Nuestra petición y nuestro grito por la PAZ, la reconciliación y el CUIDADO de todos han de ser la manifestación despierta y latente de nuestra fe compartida, expresión de nuestro caminar como comunidad de vida.            

Somos conscientes de los sufrimientos y las incalculables pérdidas que han y está provocando la inaceptable provocación e invasión en el pueblo ucraniano, y en otros lugares de nuestra CASA COMÚN. Historias de enorme desolación y muerte que sobrepasa nuestro entendimiento y nuestra capacidad humana de asombro.  

           Ante la gran magnitud del conflicto bélico, cuyo triste balance de destrucción sigue aumentando, el Papa Francisco -hace ya un año- nos expresó su gran consternación, y que su eco ha resonado en nuestros oídos y corazones en este tiempo: “Tengo un gran dolor en el corazón …Quisiera hacer un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas, para que hagan un serio examen de conciencia delante de Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos… Y quisiera hacer un llamamiento a todos, creyentes y no creyentes. Jesús nos ha enseñado que a la insensatez diabólica de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno…” Y, próximos a la Cuaresma, “tiempo de misericordia y para la misericordia”, que ésta sea una llamada a seguir orando por la PAZ, pidiendo que María, nuestra Madre, “preserve al mundo de la locura de la guerra”.            

No es una “llamada más”, ni lejana en su distancia ni distante en su proximidad. Cada situación de dolor y de indefensión, en cualquier parte de nuestra “aldea mundial”, se hace llamada exclusiva y urgente. En todo corazón humano, el latir de la necesidad de cada hombre y mujer de nuestra humanidad se hace eco y resonancia del corazón cómplice y universal de nuestra unívoca fraternidad.            

Hoy, se nos reclama exclusividad y urgencia. Es una llamada a “consentir” la compasión que nos hace más humanos, más hermanos y hermanas. No es simple caridad.             

Hermanos y hermanas: Nos CONVOCAMOS a COMPARTIR LA ORACIÓN. Busquemos tiempos de encuentro para compartir la vida a la luz de nuestra fe. El dolor de nuestros hermanos y hermanas de Ucrania es nuestro dolor; sus necesidades y sufrimientos son los nuestros. ¡ES ASUNTO DE TODOS, ES CUESTIÓN DE VIDA!                  

¡Este es nuestro desafío! ¡Esta es nuestra misión y expresión auténtica de nuestra fraternidad! Pidámosle a Dios Padre que nos lleve de la mano a ser caminantes próximos –samaritanos- de nuestros prójimos, con los brazos extendidos y la mirada puesta en los rostros de nuestros hermanos y hermanas necesitados, que nos desvele unas manos misericordiosas que nos acerquen, compasivamente, a los caídos de nuestro mundo, e ilumine los ojos de nuestro corazón para que conozcamos cuál es la esperanza a la que hemos sido llamados por Él.

¡Que nos ilumine la pasión, su misericordia y bondad! ¡Que seamos portadores de su esperanza y testigos creíbles de la fraternidad! ¡Portadores y portadoras de la PAZ! Porque hoy “la misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan… la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo…” (Sal 84)

Que nos sintamos acompañados en este camino hacia el centro de nuestra historia comunitaria de salvación

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